Si alguna vez has tenido que evaluar el contenido de tu sitio web, seguro que te suenan dos de las tareas más tediosas y que quebraderos de cabeza dan: auditorías e inventarios.
A lo mejor has hecho las dos a la hora de mejorar el rendimiento del contenido de tu web. De cualquier forma, una vez has hecho la auditoría, tienes un montón de datos que podemos usar para tomar decisiones estratégicas para mejorar la estrategia de contenidos, la arquitectura de la información o el rediseño del sitio web.
Vale, una ves lo has hecho, ¿ahora qué viene?
👋Lo primero que tenemos que hacer es interpretar los datos.
Dependiendo de la profundidad de los contenidos, podrías analizar las tasas de rebote, páginas vistas, la conversión o visitantes únicos. Puede parecer que hay una gran cantidad de datos, pero su interpretación de manera estratégica puede ayudar a identificar algunos valores atípicos del contenido que podrían inspirar un nuevo punto de vista en su estrategia de contenido. Por ejemplo, ¿qué tipos de páginas o blogs tienen más rendimiento en términos de visitantes, porcentaje de abandonos y conversiónes. Qué tipos de contenido hay en esas páginas? Es recomendable buscar tendencias de rendimiento en las páginas de alto rendimiento para ver si las podemos extrapolar a otras webs.
Por otro lado, si descubres métricas altas de performance en una página o artículo, podrías darle mucho más salida en redes sociales y newsletters.
Los shares sociales son otros datos que analizar. Si tu negocio tiene mucho tráfico referido de las redes sociales, podrías ver qué contenido resuena más en tu audiencia, y esto lo puedes usar para generar contenido de interés para tus usuarios.
Evalúa la calidad del contenido
La analítica nos ayuda a ver el rendimiento de lo que escribimos. Pero la otra parte de la evaluación, la auditoría nos ayudará a evaluar la calidad y la forma en que se alinea con tu empresa o tu marca.
Por ello, examina cada pieza como si fueses alguien que nunca ha escuchado hablar de ti o de tu servicio y echa un vistazo a tu cliente potencial. Luego, evalúa la calidad de cada página en lo que se refiere a:
- Relevancia: ¿Sigue siendo relevante para mi target? Y si no, ¿cómo lo puedo actualizar?
- SEO: ¿está optimizado y alineado con las prácticas SEO modernas? Lo que es más importante, ¿parece escrito de forma robótica, o es más humano?
- Valor: ¿Satisface las necesidades de los usuarios? ¿Cumples la promesa que le haces a tus usuarios?
Echa un vistazo al propio y analiza dónde está en el funnel cada pieza para asegurarte que estás usando el contenido adecuado para tus usuarios.
Ahora es el turno de auditar a tu competencia
Ahora que tienes una base sólida del rendimiento y la calidad de tu propio contenido, es el momento de echar un vistazo al de tu competencia. Un análisis del de la competencia te ayudará a entender dónde está centrando los esfuerzos la competencia para identificar fallos en tu estrategia de contenido. Puedes hacerlo con algunas preguntas como esta:
- ¿Qué tipo y qué cantidad está creando tu competencia?
- ¿Qué temas tocan y con qué frecuencia?
- ¿Qué temas le faltan por tocar a tu competencia?
- ¿Está el contenido bien investigado y trabajado?
- ¿Cómo reaccionan los usuarios al contenido en el blog y en redes sociales?
Todos estos datos los puedes usar para ser capaces de tomar decisiones estratégicas sobre tu estrategia de contenidos y el contenido nuevo que creas.
Mantén viva la auditoría
Ahora es el momento de ponernos manos a la obra. Pero las cosas cambian de un día para otro, por lo que es fundamental que nuestro contenido esté en constante evolución y que continúes auditándolo, para que siempre esté en contínua mejora.