Si bien es cierto que hoy en día es difícil competir contra una gran marca, mucho más difícil es convertirse en una de ellas.
Una gran marca es la unión de muchos talentos distintos, es mucho más que las individualidades. Es como el Real Madrid o el Barcelona, una suma de muchos factores como la tradición, la historia que tienen detrás, los técnicos, la directiva, y, por supuesto, los jugadores.
Pero algo que en muchas ocasiones olvidamos es que esos talentos tienen que ir juntos de la mano, tienen que trabajar en equipo. Y es que aunque un técnico sea de una calidad envidiable, si el resto del equipo, y me refiero a los jugadores, no juega bien, nada sirve.
Ahora imaginaos que el Real Madrid juega un partido en el que, aunque jueguen once jugadores, el único que tira del carro es, por ejemplo, Cristiano, o en el caso del Barcelona, Messi, si queréis. Por mucha calidad que haya en estos dos jugadores, si el resto del equipo no defiende, los porteros no paran balones, los centrocampistas no mueven el esférico adecuadamente y si los delanteros no revientan la portería contraria, ¿de qué le sirve al equipo un Cristiano Ronaldo o un Messi?
Una gran marca, al igual que un gran equipo, exige el esfuerzo y el talento (porque no olvidemos que lo uno sin lo otro no sirve de nada) de todos y cada uno de los jugadores, de cada profesional que puede aportar su granito de arena. Una gran marca requiere que se establezcan unos objetivos realistas y que desde el pitido inicial unos y otros se dejen la piel en el campo para ser los primeros en marcar un gol.
Una filosofía, unos valores y un valor añadido para nuestros clientes y usuarios es imprescindible para crear una marca que deje huella, que haga afición, que es a lo que debemos aspirar si queremos aspirar a crearla.
La consolidación y creación de una gran marca no es una carrera de velocidad, sino de fondo y de resistencia en la que debemos formar una comunidad que participe e interaccione con nosotros y de la que nosotros mismos seamos un miembro más, conociendo de primera mano cualquier aspecto relacionado con nuestra ella. Es imposible ser una gran marca, un gran club, sin tener en cuenta a los usuarios que nos siguen, que nos apoyan desde la grada. Es por eso que ser social es algo imprescindible.
Necesitamos ser diferentes al resto para ser más grandes que los demás, y una buena idea para ello es ofrecer lo mejor de nosotros con contenido de la mejor calidad y demostrar la pasión que sentimos por lo que hacemos y lo que somos.
La pasión, en definitiva, por nuestros colores.