Para todas las marcas, ya sean grandes o pequeñas, el presupuesto que destinan para sus acciones y campañas de marketing es muy importante a la hora de realizar acciones que logren conseguir una mayor visibilidad, y, por consiguiente, unos mayores beneficios procedentes de las ventas.
Pero, no todas las marcas y empresas son grandes, ni tienen presupuestos millonarios para realizar grandísimas campañas. Existen una grandísima cantidad de empresas medianas y pequeñas que no tienen los recursos de las grandes multinacionales como Apple o Coca Cola, pero que, sin embargo, tienen las mismas necesidades que estas marcas para tener éxito como empresas.
Para lograrlo, siempre podemos realizar acciones de marketing, comunicación y publicidad que jueguen, más que con el dinero, con el usuario, con el cliente, intentando en todo momento apelar a su emoción y a su reacción al efectuar acciones no convencionales para sorprender al cliente.
Y aquí entran en juego el Street Marketing y el Marketing de Guerrilla.
A priori, ambos son lo mismo, acciones, como hemos dicho, que se realizan en espacios urbanos que tratan de buscar el asombro y la sorpresa, pero, no es lo mismo, realmente, ya que el marketing de guerrilla son acciones que sorprenden al usuario, que no se espera dicha acción, y que se pueden producir en momentos puntuales, mientras que el Street Marketing también tiene lugar en los espacios de la ciudad, pero, sin tener en cuenta si la acción es o no puntual. En cualquier caso, los dos tipos de marketing juegan, como hemos dicho antes, con lo inesperado.
Un aspecto positivo de este tipo de marketing es que, generalmente, se trata de acciones con un bajo coste, y que genera una gran expectación al ser algo que sorprende al transeúnte. Todos sabemos que apelar a la emoción del usuario es una de las tácticas más efectivas, como en este caso, ya que si llama la atención, el usuario va a transmitir su mensaje en el boca a boca.
Otro aspecto es que este marketing facilita a la marca acercarse al usuario, además de reforzar la imagen de la marca en la mente del consumidor, puesto que, 
generalmente, en la acción siempre está presente el logo de la marca.
Para lograr su objetivo, es crucial elegir el espacio en el que se va a realizar la acción, elegir un emplazamiento en el que consiga una mayor repercusión por el contacto de la acción con los transeúntes.
Su principal filosofía es salirse de los límites, llevar la publicidad a la vida, sorprender e impactar.
¿Y tú, estás preparado para la batalla?
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