Aunque el Social Media es una ayuda para muchísimos pequeños y grandes negocios como salida a una situación coyuntural y económica actual complicada, es necesario señalar que no es la gallina de los huevos de oro, que no es el crecepelo milagroso que vendían los comerciantes con sus carretas pueblo a pueblo.

El Social Media es un canal que facilita la comunicación entre empresa y cliente, un flujo de información bidireccional que elimina las trabas tradicionales para el cliente a la hora de comunicarse con un profesional o, por qué no, con una marca.

No debemos olvidar jamás que lo fundamental para nuestra marca, ya sea o no personal, es satisfacer las necesidades de los usuarios, no de los clientes, que ahora son usuarios porque nos usan y cuando ya no nos necesitan, acuden a otra persona o marca que sea capaz de satisfacer esas necesidades que nosotros ya no cubrimos.

Ese es el éxito del Social Media, por eso es tan popular entre los usuarios, porque satisfacen necesidades.

Aunque en la actualidad cada vez son más las empresas de todo tipo y tamaño que se lanzan a la piscina de lo dospuntocero convencidos de que éstas requieren esfuerzo, dedicación y valor añadido de calidad, aún hay muchas otras que piensan que esto es magia, que con decir abracadabra tienen el éxito asegurado.

Pero, aparte de este gran error de juicio, que no es más que puro y duro desconocimiento, ¿cuál creéis que es el mayor error de una marca o profesional que se zambulla en las redes sociales?

Sin ninguna duda, el mayor error que podemos cometer a la hora de entrar en redes sociales es no saber a dónde ir, o lo que es lo mismo, no marcarnos objetivos.

Los objetivos son el pilar del edificio del Social Media, sin lo que ninguna estrategia va a funcionar, simplemente, porque sin objetivos no puede existir ninguna estrategia.

El Social Media es una carrera de fondo en la que hay que saber muy bien adónde queremos llegar y cómo hacerlo, en la que necesitamos una estrategia para la carrera y tener un objetivo muy claro: llegar a la meta el primero sabiendo no gastar todas nuestras fuerzas al principio, porque de esta forma, no es que no ganemos, es que ni siquiera seremos capaces de terminar la carrera.

Por este motivo, es fundamental plantear con anterioridad qué queremos conseguir al entrar en las Redes Sociales; podemos querer crear una imagen de marca fuerte, dirigir nuestros esfuerzos a las ventas o cualquier otra cosa, pero es imprescindible saber en qué dirección nos vamos a mover para poder, posteriormente, crear una estrategia acorde a nuestros objetivos, eso sí, siempre que se trate de unos objetivos realistas.

Hay quien espera del Social Media le haga ganar millones y hay quien espera de las Redes Sociales que le haga conocido en su ámbito local, y, luego, si hay suerte, ir creciendo. Esto último es más lógico, son objetivos más realistas.

En Social Media hay que pensar en grande, por supuesto, pero sin excesos.

Plantéate unos objetivos a medio- plazo que sean abarcables, y ponte a trabajar.