Una de las máximas del marketing y del Branding es aparecer en el máximo número de conversaciones posibles, y, los responsables de los departamentos de márketing, refiriéndose a la intención de ser más visibles, suelen decir aquello de “lo importante es que hablen de mí, aunque sea mal, pero que hablen.”

En esta afirmación hay una parte de verdad y una parte de algo no tan cierto. Es verdad que si pretendemos mejorar nuestra imagen de marca en las Redes Sociales realizando una estrategia bien planeada de Branding, nuestros esfuerzos deben ir enfocados a ser los protagonistas de las conversaciones de los usuarios, es decir, debemos intentar, mediante nuestro buen hacer y nuestra buena gestión de nuestra imagen de marca y nuestros contenidos, que hablen de nosotros, pero que hablen bien.

A nadie le gusta que hablen de ellos de forma negativa, eso está claro, y solo creando una experiencia positiva en nuestra comunidad y en nuestra audiencia, nuestra imagen saldrá reforzada y nos podremos posicionar como referentes en nuestro sector y una marca que ofrezca al usuario la confianza que necesita para que se vincule a nosotros, para que seamos nosotros los que lo enganchemos creando ese tan deseado engagement.

Os pregunto, ¿da igual realmente que hablen de nosotros mal siempre y cuando demos motivos para hablar? O planteado de otra forma, ¿vale todo en Social Media?

Las Redes Sociales son comunidades creadas por personas y para personas, para que se creen en ellas relaciones de calidad así como vínculos y colaboraciones profesionales entre sus distintos usuarios, claro está, si tomamos un uso profesional de estas plataformas, por lo que, si tenemos una presencia fuerte en ellas, saldremos fortalecidos, pero este fortalecimiento tiene un precio: la fidelidad y la calidad que podemos ofrecer.

Es obvio que el hecho de que hablen de nosotros de forma positiva nos va a traer muchos beneficios de cara a potenciales clientes, que, movidos por las experiencia de otros usuarios se acercarán a nosotros con confianza y creyendo en nosotros con lo que ya tenemos la mitad del camino hecho, y solamente nos quedará saber fidelizarlos adecuadamente.

Pero, ¿qué pasa si las conversaciones son negativas para nosotros?

Entonces, deberemos esforzarnos para que la crítica se convierta en oportunidad real, para que el usuario sienta que estamos ahí y que nos esforzamos por estar a su lado, satisfaciendo su necesidad, que puede ser, simplemente, que mantengamos con él una conversación de tú a tú, sin tapujos, o que al menos, nos involucramos con él y su necesidad.

Como ya he dicho otras veces, no pasa nada porque alguien diga algo negativo sobre nosotros o nuestra marca en las Redes Sociales, si lo sabemos gestionar de forma adecuada sacaremos un gran beneficio de esa situación, saliendo aún más reforzados.

Cuando se afirma que hay que intentar generar conversaciones, no importa si positivas o negativas, no es del todo falso. Si una conversación negativa trasciende y somos capaces, mediante nuestro trabajo, de transformarlo para nuestro provecho, entonces saldremos muchísimo más fuertes que antes, dando la imagen de credibilidad y confianza que pretendemos proyectar.

¿Y tú qué piensas?

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