Desde que la llamada burbuja del Social Media empezó, han sido muchísimos profesionales los que han llegado hasta el mundo dospuntocero con el objetivo de hacerse un hueco y ofrecer sus servicios a autónomos y pymes, para llevar la presencia offline de estas marcas a lo online.

Es comprensible que haya otros perfiles profesionales que hayan desembocado en lo social, en las redes sociales, profesionales que han visto claro que la evolución de su sector pasaba por la presencia online y que se han visto obligados a dar el salto al Social Media.

También es algo comprensible que, personas que nunca han tenido que ver nada ni trabajado en nada que tenga que ver con el marketing o la comunicación, viendo que el Social Media está en auge, intenten subirse al carro de los medios sociales para intentar seguir trabajando, sobre todo, teniendo en cuenta la situación económica actual. Pero eso no significa que cualquier persona sea capaz de realizar este trabajo, no implica que todos valgamos para hacer lo mismo, y no me refiero ya a personas ajenas al mundo dospuntocero que quieran zambullirse en él, sino, a personas que pertenecen a este mundo y que, sin embargo, quieren valer para un roto y para un descosido.

He visto a muchas personas que se cuelgan una medalla, sea cual sea, dospuntocero. Las medallas dospuntocero son los títulos con los que nos identificamos, ya sea Community Manager, Content Manager, experto en marketing digital, Analista o Social Media Strategist, medallas con los que ayudamos a los demás a que nos identifiquen en un rol o en otro, para que los usuarios- clientes sepan bien qué servicios podemos ofrecerles.

Cuidado, con esto no quiero decir que no podamos autodenominarnos de una manera o de otra, simplemente, que, cuando escribamos en LinkedIn o en Twitter cuál es nuestro rol, qué es lo hacemos, antes de publicarlo pensemos bien si realmente somos capaces de realizar a la perfección ese trabajo, si somos tan capaces, que nos podemos identificar por ello.

Un ejemplo simple, un médico no se puede llamar Doctor si no tiene experiencia y conocimientos en el ejercicio de la medicina. No basta con que el estudiante de medicina haya leído mucho durante un año para autodenominarse médico. Necesita muchísimo más, ¿verdad?

Es exactamente lo mismo. Cada “puesto dospuntocero” tiene sus propias atribuciones y sus requerimientos, aunque no estén, digámoslo así, oficialmente reglados, pero es aquí donde debería entrar en juego el sentido común de cada profesional para no extralimitarse en sus atribuciones. A ver, la cosa es muy simple. Yo puedo haber leído muchísimos artículos y muchos blogs sobre posicionamiento web, y puedo haber aprendido mucho, pero, sin experiencia, sin haber podido poner en práctica esos conocimientos, es difícil saber si realmente soy capaz de hacerlo, por lo que es de sentido común no añadir en mis perfiles sociales que soy técnico SEO. Lo mío es la comunicación y escribir, gestionar y crear contenidos y perfiles sociales. Yo soy Community y Content Manager. Y puedo demostrarlo.

No soy Social Media Strategist, no soy estratega, lo mío es la ejecución de la estrategia. He realizado alguna, pero no soy estratega. Soy Community Manager. Y puedo demostrarlo.

Lo mío es, como digo, crear contenidos, dinamizar una comunidad y mantener el contacto con los usuarios, interesarme por sus necesidades y por sus preguntas, y trasladarlas a quien competa.

Lo que intento decir es que está muy bien formarse, es necesario aprender, pero lo es más saber dónde están nuestros límites, saber qué somos y qué hacemos, y no otorgarnos un rango de General cuando solamente somos Alférez.

¿Qué opinas tú? ¿Te has encontrado alguna vez este caso?

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