Este post lo escribí hace ya algún tiempo, y se sale de mi temática habitual. En fín, aquí os dejo este artículo que escribí para @OscarSVQ y Taléntalo…
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Según afirman los expertos, y por expertos me refiero a las grandes empresas discográficas e instituciones que velan por los Derechos de Autor de los artistas, internet ha hecho mucho daño a la industria, y, con internet, también el Social Media, ya que ha posibilitado en gran medida la piratería y que los usuarios compartan su música de manera ilegal sin pagar ningún tipo de cánon.
Recuerdo que cuando yo era más joven, a principios de los años noventa, había un compañero en mi clase que me grababa cintas de cassette continuamente, tenía muchas cintas de grupos que a mí me encantaban, y yo no tenía dinero para comprarlas.
¿Estaba siendo pirata?
Hoy en día las cintas han desaparecido, sólo quedan en el recuerdo y en las pantallas de los iPhone con el reproductor AirCassette, que a mi particularmente me encanta y me retrotrae a mis años de colegio, pero el espíritu de compartir perdura. No creo que constituya un acto delictivo el hecho de que un usuario tenga en su máquina un disco de cualquier grupo y lo ponga a disposición de otro que lo esté buscando, la única diferencia con lo que yo hacía radica que es, casi con toda seguridad, esos usuarios estarán separados por miles de kilómetros, y yo tenía a mi compañero en la mesa de al lado.
Por otro lado, la piratería es algo que se puede combatir de una forma sencilla, simplemente bajando el precio de los discos. Y, no nos engañemos, es algo que se puede hacer.
Pensemos que un artista obtiene un porcentaje muy pequeño de la venta de discos, puesto que la mayor parte de los beneficios los consiguen los muchísimos intermediarios que existen entre que el artista crea y el disco se pone a la venta. Por tanto, si reducimos los intermediarios, el coste final será menor.
Otra forma es la que los mismos creadores han encontrado es usar el Social Media, poner ellos mismos a la venta sus discos en internet para que los usuarios los compren enteros o por canciones sueltas, pero claro, estas dos opciones no interesan a la industria discográfica, ya que en este caso, ellas no obtienen beneficios.
El Social Media ha supuesto un nuevo medio para que los artistas difundan sus creaciones.
Antes el músico estaba sujeto a que una discográfica quisiera grabar su disco, pero ahora la cosa es distinta. Existen compañías que permiten la autopublicación del disco, y, además, podemos usar todo el ecosistema social para darlo a conocer.
Un caso reciente de éxito en este tema es el del cantante Pablo Alborán, que gracias a Facebook ha encontrado una forma de promocionar su disco altamente beneficiosa, simplemente, respondiendo a las preguntas y comentarios de sus fans. Otro ejemplo muy bueno de cómo promocionarse en las redes sociales es la cantante Rosana Arbelo, que atiende
a su público desde su perfil en Facebook, pudiendo llegar a fans de todo el mundo, lo que antes era algo muy complicado.
El secreto es el carácter global de internet. Podemos acceder a las redes sociales desde cualquier rincón del mundo, por tanto, la música está disponible en cualquier lugar.
Si hablamos de bandas, el Social Media es el mejor aliado. Existen plataformas en las que podemos promocionarnos, como MySpace o Myband.com, donde podemos subir nuestros temas para compartirlos con el resto de usuarios de forma gratuíta. La posibilidad de utilizar muchas herramientas, entre las que se encuentran blogs y páginas web, además de podcasts y vídeos, hacen que la música pueda llegar a muchas más personas de lo que lo ha hecho nunca antes.
Otra ventaja del Social Media es la gratuidad del mismo, no teniendo que depender de empresas que lleven a cabo nuestra promoción.
Por eso decimos que con el Social Media podemos ir con la música a otra parte.