Tener objetivos requiere mucho trabajo. A mi me gustaría ser millonaria, o estar delgadísima y tener un cuerpazo, o cualquier cosa. Esto no son objetivos, son clichés e ideas que molan.

Cuando esas ideas vienen acompañadas de un plan de acción, un calendario, y unas conductas y hábitos, entonces se convierten en objetivos. Seguro que has leído miles de artículos en los que se habla de que las personas y marcas que tienen un objetivo llegan más lejos que las que no lo tienen.

Pero como decía antes, tener objetivos implica muchísimo trabajo, ya que tienes que establecerlos, escribirlos, especificar los pasos y las tácticas que vamos a dar y emplear para conseguirlos, establecer un plazo para su consecución, medir el progreso y hacer ajustes para incorporar a tu estrategia todo aquello que sea necesario en pro de esos objetivos.

Y antes de nada, tienes que analizar y estudiar el ecosistema en el que tus objetivos y tú coexistís. Y sólo entonces podrás determinar qué objetivos quieres alcanzar en primer lugar.

Lo mismo ocurre con los objetivos en content marketing y social media.

No es suficiente con estar en social media para que un profesional o una marca pequeña tenga éxito, ni siquiera porque los amigos de tus amigos, familiares y extraños digan lo que deberías decir tú. Si vas a estar en redes sociales tienes que saber porqué.

Ahora bien, ¿qué pretendes lograr con estar en los medios sociales?

Hacer social media y content marketing lleva mucho tiempo, requiere pasión por lo que haces y grandes cantidades de energía. Una vez descubres la razón, es fácil descubrir cómo hacerlo.

De nuevo hay que preguntarse qué significa esto. Hacer crecer un negocio puede significar diferentes cosas en diferentes situaciones. No te sorprendas de que algunos negocios no estén de acuerdo en esto, pero, para la mayoría de nosotros, lo que guía nuestras decisiones y nuestros esfuerzos es el dinero.

Objetivos en Social Media Marketing: Alcance.

No importa si vendemos un producto o experiencias, cuanto más grande sea nuestra audiencia, más oportunidades tendremos de vender. Y para ello, tener un blog, presencia social, es un punto importante para crecer.

Es necesario apoyar a quien te apoya en el proceso. Ayúdate ayudándoles.

Seguro que tienes gente en tu comunidad que ha querido presumir de haberte conocido, ¿verdad? Por eso tienes que seguir haciendo lo que haces. Tienes que ayudarles a contarles a sus amigos que han estado contigo.

Piénsalo un momento, ¿pueden etiquetarte en sus plataformas sociales cuando hablan de que han comprado tu producto o servicio? A lo mejor pueden colgar una foto en uno de tus locales, o hacerse un selfie con tu foto. No importa lo que sea, házles fácil compartir su experiencia contigo para que quieran repetir.

Como decía antes, la premisa de hacer dinero, aunque parezca raro, no es la que tienen todos los negocios, aunque sí la gran mayoría. No hace mucho hablé con un maestro reiki cuya única intención en social media era hacerse visible para las personas mayores y mantenerlos en un estado mental alegre (ofrecía sus servicios de forma gratuita).

Beneficios y Retención de Clientes

Para el resto de los mortales, esto es fundamental, ¿no crees?

Es más probable vender más cuando se cultiva una relación con los usuarios a través del social media, ya que ven a la marca o profesional más cercano y de confianza, algo fundamental para realizar una conversión de este tipo. La transacción de venta real o reserva online pueden ocurrir en cualquier lugar donde haya carrito de compras o aplicación de reserva, pero la referencia, la recomendación viene siempre de otra persona, del boca- oreja.

Conocer a tu comunidad y dejar que los usuarios te conozcan, tus ofertas, tus especialidades, abre un canal de comunicación entre ellos y tú, una comunicación en la que hay que estar atentos a cualquier oportunidad para ofrecer un mejor servicio y crear una mejor relación. Pregúntales qué necesitan, qué es lo más útil para ellos, cómo les podemos ayudar…

Despues de todo, a la gente le gusta trabajar con personas que te echan una mano, ¿no?