“Manolete, Manolete, si no sabes torear, ¿pa´qué te metes?”
Las empresas, sea cual sea su tamaño, y las marcas, aspiran a dejar huella en el usuario, convertir a ese usuario en potencial cliente, y, para ello, necesitan crear una imagen fuerte y poderosa de marca. Esta imagen de marca es un compendio entre varios factores, como pueden ser su propuesta de valor, la forma en que es percibida por los usuarios, su forma de relacionarse con ellos y su identidad corporativa, que tiene que generar la confianza que pretende obtener de los usuarios, al mismo tiempo que tiene que ir alineada con los objetivos de la misma.
Una parte importante de esa identidad corporativa es el logo, ya que es la cara de la empresa. Y debe ser tomado en consideración con la importancia que merece.
Igual que no dejamos reparar nuestro coche a un fontanero, no debemos dejar nuestra identidad corporativa a alguien que no sea un profesional, ya que corremos el riesgo de crear un logo que no refleje nuestra personalidad, nuestros valores. Dejemos trabajar a los profesionales.
Pero, ¿por qué? ¿Por qué no diseñar nosotros mismos nuestro logo, sobretodo, si somos super creativos?
En primer lugar, porque un logo no debe caer en la falta de originalidad. Debe ser único y enviar un mensaje claro de quién eres y qué haces.
Al igual que si vas a un evento de networking y te dan una tarjeta hecha de forma “casera” percibes que quien te la ha dado no es el profesional con el que podrías trabajar, una marca con un logo que no sea adecuado inmediatamente ve mermada su seriedad, da la impresión de ser algo hecho a prisa y para salir del paso. Además, tú no eres experto, no sabes si los colores son adecuados, si es un diseño moderno, y, sobre todo, si ya hay alguien que lo está usando, o si es parecido a otro logo.
Siempre debemos dejar a cada profesional hacer su trabajo, sobre todo, si son creativos. Se suele pensar, aunque no es correcto, que cualquiera puede realizar un diseño, sobre todos si nosotros somos de tener muchas ideas. Una idea sobre un logo puede ser muy buena, pero no es perfecta, siempre hay que pulirla y trabajarla, y si se la transmitimos a un buen profesional, hará de esa idea un logo que transmitirá nuestra imagen y nuestro mensaje de una forma efectiva, haciendo que nuestra marca sea recordada por el usuario.
¿Y tú, qué piensas?