Unopuntocero, dospuntocero, trespuntocero… preparados, listos, ¡ya!

Esto es lo que muchas personas sienten a la hora de entrar en Redes Sociales, sienten que, de repente, están dentro de una carrera en la que tienen que competir. No sólo tienen que difundir contenido interesante de terceros, sino crear contenidos propios y hablar vía Twitter y Facebook con otros usuarios, crear relaciones, y, como guinda del pastel, conocer a esas personas con las que hablamos online en el terreno offline, o lo que es lo mismo, quedar un día y tomarse un café con ellos o charlar durante un evento que se celebre en nuestra ciudad. 

Ufff… qué cansancio, ¿no?

¿Compensa realmente hacer tantísimo trabajo digital, por llamarlo así, para al final ir a conocer a esa persona? Pues claro que sí, de hecho, es el fin último del Social Media, el contacto analógico.

Todos hemos usado un chat de forma personal alguna vez, cuando éramos más jóvenes, si queréis, y lo habréis utilizado en más de una ocasión para ligar o, simplemente, para conocer gente. Antes de conocer a alguien habréis hablado con esa persona por el chat varias veces, habréis compartido cosas que os gustan y que os inquietaban, y, al final, si había compatibilidad entre vosotros, habéis quedado para conocer en persona a ese usuario. ¿No?

En Redes Sociales es exactamente igual. Dos profesionales se conocen, comparten información y, por qué no, inquietudes, se saludan por Twitter y por Facebook, se agregan a LinkedIn, comentan los artículos del otro, comparten infografías… y si son compatibles, nace el amor,  intentan verse en algún evento…

Todo está inventado.

El conocer a la comunidad en persona es el fin último al que todo buen profesional debe aspirar, y para ello, antes debemos dar lo mejor de nosotros mismos en las redes sociales. Es necesario mostrar que somos interesantes, seducir a nuestra comunidad, hablarle, mostrarle nuestro lado más humano.

Pero, primero tenemos que conseguir hacernos visibles, muy visibles, para lo que las redes sociales son nuestro mejor aliado, y por redes sociales me refiero al ecosistema social: escribe en blogs, comenta las actualizaciones de otros usuarios, felicita el cumpleaños de alguien, pregúntale qué tal le va la vida… cualquier cosa (hasta cierto punto) vale con tal de que nos vean y sepan que estamos ahí, y cuando ya nos conozcan, da un paso más e intentemos conocer a nuestra comunidad, a nuestra audiencia, en un entorno fuera de lo digital, quedemos con algún usuario para tomarnos un café o una cerveza (en mi caso, una Coca Cola, por si alguna vez os apetece tomaros algo conmigo…)

El contacto unopuntocero puede enriquecernos como profesionales tanto o más que el digital, pero, de lo que no hay duda es de que es una forma de conectar de manera más estrecha con nuestra comunidad, y supone una oportunidad que no hay que desaprovechar.

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