Circula por internet, y muchos profesionales lo corroboran, un rumor que creo equivocado.

Son muchas las personas que piensan que la mejor forma de convertirse en un gran Community Manager es probar y equivocarse.

Es bien cierto que la experticia la proporciona, sin ningún lugar a dudas, la práctica, y que, hasta que no nos ponemos al mando de las redes sociales y realizamos el trabajo que debe hacer un profesional de estas características, no podemos saber qué inconvenientes vamos a encontrar a la hora de llevarla a cabo, pero, eso de que el Community Manager se forma a base de sus propios errores es un error en sí mismo.

El aprendizaje de una profesión debe basarse en la formación y actualización continua, en la observación detallada de cómo lo hacen otros profesionales, y en el preguntar todas las dudas que nos puedan surgir antes de llevar a cabo una tarea.

Sin embargo, cuando empezamos en el Community Management es necesario que alguien, en este caso, el Social Media Strategist, supervise nuestro trabajo y marque una serie de directrices que deberemos seguir como encargados de gestionar los perfiles sociales: no hay que olvidar que, con toda seguridad, gestionaremos la presencia online de varias marcas y que cada una de ellas requiere un trato diferente en lo que se refiere a tono en la conversación, entre otros aspectos, y esos datos deben ser proporcionados por el estratega, así como cualquier otro relevante para nosotros.

Los errores deben ser evitados a toda costa, tenemos en nuestras manos la reputación de una marca, a la que le puede salir bastante caro una crisis, como podemos ver en cualquier ejemplo de los que circulan por internet, y para ello debemos consultar con la persona encargada de supervisar la ejecución de la estrategia planteada.

Decir que el Community Manager aprende equivocándose, no me parece adecuado del todo. Lo único que puede provocar nuestro error es repercusiones negativas, no aprendizaje.

Generalmente, uno de los fallos más frecuentes de los Community Managers que empiezan suele ser el contestar de forma inadecuada a un usuario en las redes sociales o lanzar un mensaje erróneo. ¿Cómo evitamos esto? Consultando cualquier decisión ante la que no tengamos la certeza de que será positiva, ya sea para nosotros o para la marca.

Es más fácil de lo que parece cometer un error.

Basta con dar una información equivocada. Hablar más de la cuenta.

Seamos prudentes y no pensemos que no pasa nada por equivocarnos, claro que pasa. Aunque hay errores y errores, no debemos pensar que el error es en lo que se basa el proceso de aprendizaje de un Community Manager, sino en una estrategia bien planteada y en unos conocimientos y formación previa.

¿Equivocarse es la mejor forma de aprender en Redes Sociales? Yo creo que no.

¿Y tú?

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