De entre las muchas mentiras y falacias que existen en el Social Media, una de las que más me llama la atención a mí particularmente, es la que tiene que ver con los seguidores y los fans.

¿Sabemos realmente qué son los seguidores y los fans en las Redes Sociales? Pues estas dos figuras son, teóricamente, usuarios que nos siguen en el ecosistema social porque podemos ofrecerles algo que les interesa, lo que sea, bien contenido de valor o bien ofertas y promociones especiales, si somos una marca.

Existe una especie de psicosis colectiva  en el Social Media referente a esto. Veréis, hace poco fui a visitar a un posible cliente que quería entrar en los Medios Sociales, pero no tenía mucha idea de cómo implantarla en su negocio. Lo primero que me dijo fue: “yo he visto la página de Facebook y de Twitter de X(la competencia) y tiene X seguidores y X fans en Facebook. ¿Yo voy a poder tener más que ellos?”

Mi respuesta fue esta: “¿Para qué quieres tener tantos seguidores?”. No sé porqué, pero cuando me respondió un convencido “para vender más”, me sonreí y el cliente me preguntó que de qué me reía.

Está claro que si tenemos una marca y queremos llegar a un público mucho más amplio de lo que lo hacemos de una forma tradicional, es fundamental establecer una estrategia en las Redes Sociales, pero un fallo que se suele cometer es pensar que dicha estrategia debe ir orientada sólo y exclusivamente a conseguir amigos, fans y seguidores, que eso va a hacer que vendamos mucho más o que, por el simple hecho de tener muchos amigos en Facebook, nuestro negocio va a despegar de forma apoteósica.

Por supuesto que el hecho de tener más audiencia, que es lo que son amigos, fans y seguidores, nos va a ayudar, por ejemplo, a que nuestra visibilidad aumente y a que, con un plan definido, nuestras ventas crezcan, pero para ello es necesario trabajar y aprovechar a esos seguidores.

Os pongo un ejemplo, recientemente leí el caso de un centro comercial que, con motivo de su inauguración, comenzó una campaña muy fuerte en Facebook, Marineda City. En muy poco tiempo consiguió más de diez mil fans en la red social, pero durante mucho tiempo, esos seguidores han estado abandonados, sin que se diera respuesta a los miles de usuarios que captó. ¿Qué pasa entonces?, ¿para qué queremos esos usuarios?

Lo fundamental aquí es plantearse una sencilla pregunta, ¿qué preferimos, calidad o cantidad? Habrá quien responda que las dos cosas, también es posible.

También depende mucho de cuáles sean nuestros objetivos a la hora de tener presencia en las Redes Sociales, ya que el objetivo de una tienda de ropa es vender, por lo que su acción debe orientarse a conseguir leads y, por ejemplo, el mío como Community Manager de Techpuntocero es llegar a más lectores, para lo que me interesa tener más visibilidad. En ambos casos, es necesario “aprovecharse” de nuestros seguidores.

El usuario que sigue a una marca lo hace para estar informado de novedades, ofertas especiales y promociones exclusivas, sobre todo en canales como Facebook, pero no quiere que la marca continuamente esté haciendo spam e inundando su muro con mensajes publicitarios. Por tanto, la marca debe aprovechar este interés del usuario para ofrecerle algo por lo que seguirle, como ofertas exclusivas.

En ocasiones olvidamos que la esencia de todo esto es lo Social y lo Humano, y es algo que debemos tener siempre presente. El usuario quiere que lo tratemos como tal, quiere saber que hay alguien detrás de la marca que le escucha y habla con él, por lo que es fundamental interactuar con el seguidor, que es quien más valor puede aportarnos. Debemos preguntarle qué le gusta y qué no le gusta,  lo que podríamos mejorar.

Por otro lado, debemos buscar conseguir seguidores que sean afines a nosotros, es decir, que sean de interés, por lo que es importante mantener nuestro TL limpio de seguidores irrelevantes que, en un momento determinado, pueden “contaminar” a nuestra audiencia con temas que no le interesan, no nos aportan valor.

Si nos planteamos este tema de una forma pragmática, si solamente nos preocupamos de a cuántos seguidores captamos, se nos puede escapar un poco de las manos, ya que se puede hacer muy difícil la interacción con nuestra comunidad.

Un error muy común es pensar que seremos más relevantes e influyentes si tenemos hordas de seguidores. A ver, es muy fácil conseguir seguidores, basta con pagar cinco o seis dólares para comprar miles de seguidores, pero, esos seguidores no nos van a ayudar. Como sabéis, soy fiel partidaria del contenido de calidad para ganar relevancia, de hecho, creo firmemente que es el único modo de que consigamos una audiencia interesante. Es muy cierto que si tienes más seguidores, serás más visible, pero no sirve para nada predicar en el desierto. No sirve para nada difundir un mensaje entre personas a las que no les interesa.

Por tanto, los mejores seguidores son aquellos que has convertido en evangelizadores, porque ellos serán nuestros prescriptores. Nuestros seguidores seguirán con nosotros si hablamos con ellos, si les respondemos a sus preguntas, si mantenemos una relación con ellos, menos es más.

Está bien querer tener seguidores y fans, pero debemos fidelizarlos y saber tratar con ellos, la métrica real no es el número de estos que tenemos, sino, lo que obtenemos de este número, los clientes reales que conseguimos convertir. A la pregunta de “¿cuántos fans voy a tener?”  yo respondo inmediatamente “tantos como usuarios puedas fidelizar”. No se trata de cantidad, sino de calidad. No se trata de “tengo diez mil fans o seguidores”, sino de “tengo x clientes que son mis seguidores”.

¿Quieres tener una audiencia? Consíguela aportándoles algo.

Que te sigan, pero sigamos bien de cerca a nuestros seguidores.

 

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