El marketing ha cambiado mucho y de forma sustancial en los últimos tiempos, así como también se han modificado los diferentes conceptos y teorías que se han ido sucediendo desde los primeros tiempos hasta el día de hoy. Así, hoy en día, los profesionales del marketing se ven obligados por las exigencias de las nuevas tendencias a adoptar un pensamiento mucho más estratégico que hace unos años, una forma de ver las cosas más a largo plazo.
Hoy en día es necesario tener en cuenta siempre al cliente potencial en cada paso y en cada etapa del funnel, teniendo en mente siempre, eso sí, que el funnel es distinto para cada persona y que ha experimentado muchas modificaciones y muchos cambios.
Los consumidores necesitan pasar un proceso que comienza por ser conscientes de una necesidad y termina con la decisión de compra o no compra. El proceso para la marca comienza con la necesidad de hacerse visible. Este es el momento en el que los clientes potenciales son conscientes de la existencia de tu marca, de tu compañía, por lo que se expone a tu target.
Pero esto también supone un reto añadido: ¿cómo crear contenidos de valor que permitan al consumidor dar a conocer lo que ofrece tu marca sin llegar a ser un spammer?
Tenemos que conseguir averiguar cuál es nuestro target y qué les interesa a nuestros usuarios. Una vez que lo sabemos, es hora de poner la máquina de creación de contenidos en marcha.
La etapa de evaluación hace al cliente potencial diligente. Es en este momento en el que el cliente-usuario acepta la necesidad de adquirir lo que nosotros podemos ofrecer, pero aún no ha decidido si comprar nuestro producto o no. Es hora de intentar crear el contenido que haga inclinarse la balanza de nuestro lado frente a otros competidores, permitiendo que el usuario conozca las características únicas de cada uno de nuestros productos o servicios.
El consumidor necesita comprender sus propias necesidades y cómo las puede satisfacer nuestra marca.
La etapa de decisión, el momento de la verdad, es cuando se separa realmente el grano de la paja. Es el momento de argumentar la posible compra, pero con cuidado de no resultar agobiante ni agresivo al usuario, diferenciando lo mejor de tu negocio y los beneficios que proporcionas.