Cada vez es más complicado competir en el mundo digital, cada vez es más difícil sobresalir.

Las empresas se están empezando a dar cuenta de que tienen que estar en internet, ya que si no están online pierden oportunidades de negocio, posibilidades de llegar a su cliente, que ya está ahí.

Ahora bien, como ya he comentado muchas veces, a lo mejor podéis pensar que demasiadas, no vale con estar. Hay que ESTAR. Así, con mayúscula, en negrita, cursiva y subrayado. Estar implica adquirir un fuerte compromiso no solamente con la marca a la que representamos, sino con nosotros mismos, ya que es necesario ser conscientes de que la implicación es vital para lograr conseguir una presencia fuerte, de calidad.

La cuestión es cómo vamos a estar, qué vamos a hacer para lograr crear una comunidad que respalde nuestra marca de calidad, fuerte y con un alto grado de vinculación con nosotros. Eso, como en la vida analógica, es lo difícil.

Podemos quedar con mucha gente, tomar café con muchas personas, pero labrar una relación más personal y de amistad, ya es otra cosa muy distinta, ¿verdad?

Como en todos los aspectos de la vida, nuestra presencia online, crear nuestra comunidad depende mucho de la actitud que tomemos frente a ella. Es cuestión de tomar la decisión más adecuada en función de los objetivos que pretendamos conseguir.

Podemos tomar el camino del aburrimiento, de compartir con nuestra comunidad contenidos que sean aburridos para ellos, que no les interesen, o que no les sorprenda, y lo que conseguiremos será una masa de usuarios que nos siguen por inercia, pero aburridos y que no aportan absolutamente nada.

Otra ruta por la que podemos optar y que, por desgracia, es la que usan la gran mayoría de las marcas es la del megáfono, la del yo-mi-me-conmigo. Si lo que quieres es que tu comunidad vaya desmantelándose, amigo, esta es tu opción.

Está bien para pedir el voto desde los coches en periodo electoral, pero para crear una comunidad no, puesto que para ello es fundamental ser capaces de lanzar un mensaje claro que permita respuesta.

No podemos lanzar proclamas de lo buenos que somos. La conversación es lo que debemos hacer imperar.

¿Y la opción de seducir? 

Es un juego entre dos, es mostrar sin mostrar… Es dejar que el otro piense, es sugerir, dejar volar nuestra imaginación…

Seducir para conquistar a nuestro usuario mostrándoles la mejor parte de nosotros mismos…

¿Con qué opción te quedas tú?