Estamos pasando un momento muy negativo en lo que a economía se refiere. La coyuntura actual no es la mejor para hacer que las empresas y profesionales se desarrollen, aunque en el Social Media esto no es nuevo, las empresas siempre han sido reacias a entrar en lo dospuntocero y las que lo han hecho, han dado un paso tímido hacia las Redes Sociales.
Pese a lo mucho que se aboga por la necesidad de que las empresas entren de una vez en Social Media, como afirma un profesional compañero y amigo, Santiago Perdomo(@SantiPerdomo), quienes escribimos post hablamos un poco más desde la teoría, aunque la realidad es otra: las empresas no quieren o no pueden gastar dinero en algo que no ven claro, y, desengañémonos, las redes sociales son humo todavía para muchas personas.
No obstante, aunque hay quienes dentro de su propia empresa pretenden introducir la cultura dospuntocero, se ven atados de pies y manos por el simple hecho de no tener presupuesto, y, acuden a quien le vende el paquete de redes sociales más barato.
No pretendemos afirmar que un profesional que sea más económico que otro sea más malo,o que vaya a desempeñar peor la tarea, pero sí que si pretendemos comprar un Maserati o un Bentley no lo podemos comprar al mismo precio que un Dacia, por ejemplo. Todos sabemos que la calidad se paga, y hay innumerables ejemplos de esta aserción.
El problema aparece cuando las empresas pretenden que un profesional les haga un trabajo por mucho menos de lo que cuesta. No hay que olvidar bajo ningún concepto que una estrategia de redes sociales o un plan de marketing lleva un trabajo importante y un tiempo, y esos análisis y trabajo de estrategia valen dinero.
Debemos poner especial cuidado a la hora de encargar un trabajo de estas características, ya que no todos los profesionales tienen la misma calidad, y es crítico saber en manos de quién ponemos la reputación y la imagen de nuestra empresa, y pensar que si un buen profesional es caro, un mal profesional que nos cobre menos puede serlo mucho más.
Por lo tanto, antes de contratar a un profesional debemos cerciorarnos de que es capaz de satisfacer nuestras necesidades, y hacerlo de forma adecuada. Si pagamos una mala estrategia, se puede volver en nuestra contra y, lejos de obtener los resultados deseados, nos resultará un perjuicio, además de que habremos gastado una suma de dinero más o menos importante en humo, en una serie de acciones que no nos llevan a ninguna parte.
Así pues, si queremos entrar en Social Media lo ideal es no acudir a un profesional buscando la mínima tarifa posible, sino al profesional que mejor se adapte a nuestras necesidades, por supuesto, dentro de nuestras posibilidades, pero asegurándonos en todo momento de que es un buen profesional.
Más vale una hora gestionada por un buen profesional que cinco trabajadas por uno malo, y en Social Media, como en otros muchos aspectos de la vida, más vale calidad que cantidad.
El problema añadido a esta situación es que además de querer mucho y dar poco, ahora se puede conseguir!!!! Puedes obtener un buen profesional barato. Cuidado con infravalorar el trabajo de un buen comunicador, si entras en el juego, difícilmente se consigue que valoren el trabajo hecho.
Precisamente comenté el otro día con un empresario lo mismo que nos comentas al principio del post. Sabe de la importancia del social media, le gustaría aplicarlo a su compañía pero se topa con el problema de siempre, que no pueden gastar una partida del presupuesto en algo al que no no le ven un ROI fácilmente. Enhorabuena por el post Inma.
Un saludo. Manu
Hola Inma, muy buen artículo y completamente de acuerdo contigo, sin embargo, y al hilo de lo comentado por Esperanza, a veces te puedes ver “obligado” a realizar acciones promocionales aunque, en este caso, antes que minusvalorar tu trabajo rebajando tus precios es mejor “regalar” servicios pero haciendo que quede constancia de su valor y excepcionalidad, por ejemplo por ser su primer pedido o por ampliar un contrato, e incluso poniendo condiciones.
Si das un buen servicio y crees en tí y te respetas tus verdaderos clientes terminarán haciendo lo mismo.
Saludos
Completamente de acuerdo, nos encontramos con esta situación cada día, con ofertas en las que por redactar contenidos, por ejemplo, están pagando euros y medio por artículo, como si se escribieran solos (que se escriben solos, porque por un euro como mucho harás un corta-pega y listo) y el SEO fuera una algo mágico que aparece y punto. Pues a mí, redactar un artículo para mi blog, igual me lleva casi toda la mañana, ya que me informo, redacto, corrijo, cambio…hasta que considero que está perfecto Al igual pasa con el tema de Community Manager, donde los sueldos que se manejan en presupuestos que veo online a diario, son de risa.
Lo del ROI es un poco excusa, porque es lo mismo que medirlo en un curso de formación a dependientes, por ejemplo, ¿cómo lo mides?¿cómo sabes que las ventas han aumentado porque les has dado un curso y no por mil variables más? Pues lo mismo con Social Media, podemos poner unos objetivos y ver si con las acciones tomadas, se están cumpliendo, pero nunca será 100% seguro que las cosas mejoran o empeoran por una variable, así que…
Inma, tienes toda la razón. Dicho esto permíteme un matíz, yo creo que hay un cierto ‘filtro natural’ en todo esto. Si una persona con poca experiencia y conocimiento se lanza a la arena es obvio que va a ‘tirar’ los precios, pero no es menos cierto que no va a atreverse con según que proyectos. Mi experiencia es que en mi faceta de freelance implantando CRM me he encontrado con verdaderas manadas de ‘miuras’ cabreados que se me venían encima… clientes muy quemados, que han gastado mas de lo presupuestado, con un resultado mas que dudoso, con una percepción del Open Source mala (en mi caso suelo implantar vTiger y sugarCRM cuando trabajo por cuenta propia) y no entienden que el código de la aplicación efectivamente, es gratis… pero no el servicio, el conocimiento, etc…
Al final es como aquel chiste:
Un señor va con su cochecito por la España profunda cuando de pronto el coche se para en medio de la nada. A lo lejos ve un pueblecito pequeño y hacia allí empuja el coche, cuando llega el único taller que existe está abierto.
– Hola, mire lo que me ha sucedido… bla bla bla
El mecánico escucha atentamente y cuando el cliente termina de hablar se dirige al coche, lo mira, abre el capó, observa el motor, sonríe levemente y busca una llave inglesa en su caja de herramientas, aprieta un tornillo del motor, acciona el contacto y ¡funciona!.
– Hombre, no sabe que favor me hace porque voy con prisas… dígame, ¿Que le debo?
– Pues 30 Euros.
– ¿30 EUROS? ¿POR APRETAR UN TORNILLO?
– No caballero, 30 Euros POR SABER qué tornillo hay que apretar.
Hola Inma, espero no llegar demasiado tarde al hilo de este tema tan delicado para muchos, complicado para otros, y realmente incomprensible para la mayoría.
Tan solo comentarte una pequeña anécdota que nos sucedió hace unos pocos días en la pre-selección para un proyecto y que ilustra a la perfección el espíritu de tu estupendo artículo.
Como suele suceder alguien pretende convencerte de que hay mucha gente que podría hacer tu mismo trabajo por menos precio, y que por lo tanto… eres CARO. Mi socio Luis supo salir airoso del asunto de la incomoda puja hacia el regateo diciendo tan solo la siguiente frase:
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Como siempre muchas gracias y encantada de pasarme por tu casa, nos vemos … ya sabes donde… por todas partes 😉
Hola, guapísima,
por supuesto que no llegas tarde…los comentarios son lo verdaderamente importante de los artículos, así que, ¿cómo podrías?
Estoy de acuerdo contigo, el argumento principal para convencerte de lo que comentas es precisamente ese, decir que hay muchos profesionales que lo hacen más barato. Depende de nosotros mismos dar a valer nuestro trabajo, aunque en muchas ocasiones, seamos nosotros mismos los que lo tiremos por tierra abaratando demasiado las tarifas y haciendo daño a la profesión.
Ya sabes dónde encontrarme, y muchas gracias por regalarme un ratito de tu tiempo.
Un abrazo!