Eso es lo que me dijo el otro día el ilustrador, que de hecho es un crack y a quien os recomiendo que sigáis en Twitter y en Instagram, Dani Zarzuelo, que es el que ha dibujado a la Inma mejorada de Twitter.
Como ya sabes, desde el principio de los tiempos mi canal social favorito es Twitter por un montón de razones. Para empezar, es perfecta para conseguir información en tiempo real, sin depender de periódicos (que no tengo tiempo de leer salvo cuando llego a la oficina, que lo ojeo durante la hora del desayuno) o la tele, que, bueno, los telediarios son lo que son…
Me gusta Twitter porque no necesito hacerme amiga de nadie para ver su timeline en caso de que tenga información relevante e interesante para mi, y siempre estoy a la caza y captura de “nuevos talentos” en este canal.
Pero algo que llevo viendo un poco que está perdiendo un poco de fuelle. La gente está empezando a utilizar Twitter de una forma diferente, tal vez como agregador de contenidos, pues no hay tanta interacción como a mí me gusta, sino que se utiliza más para ojear los tweets de la gente que conoces, darle a Favoritos sin siquiera leerlo y listo, ya has cumplido. Ya has interaccionado bastante por hoy.
No, criatura, no. Como decía Teresa Rabal, eso no es así.
Está bien dar un favorito, pero si lo piensas, la esencia de Twitter es la interacción pura y dura, un buen retweet de un buen contenido, un citar a alguien añadiendo un comentario de tu propia cosecha que aporte más valor aún a lo que estás compartiendo, no sé, algo más que no sea un solo Favorito.
Y por supuesto, lo que a mí más me gusta. Que te respondan, que te mencionen. Eso mola mogollón.
Cuando alguien me menciona es obligado para mi darle las gracias, pero no simplemente decirle un triste “gracias”, sino algo como “molas mucho” o “te voy a invitar a un café”… lo que sea, pero algo que sea mío de verdad. No olvidemos que mis perfiles sociales son ni más ni menos que una extensión de mi misma, y yo hablo así en persona, ¿por qué iba a hablar de otra manera en redes sociales? No tendría ningún sentido.
Pero lo más chulo es empezar una conversación. Sobre lo que sea, aunque sea física cuántica. Pero cruzarse esos tweets con otras personas no tiene precio, y lo realmente genial para mi es que Twitter hace que sienta una conexión con personas a las que no conozco en persona y que están en el otro lado del mundo, o del país.
[Tweet “Tengo la sensación de que conozco a la gente de verla en Twitter y es de cercanía.”]
Y eso también mola mucho.
Una buena interacción en Twitter te alegra el día. Estás mirando el teléfono y de repente ves que desde Klimway te quieren invitar a un café y que encima te llaman buena profesional. Eso es muy halagador y se agradece un montón…(siempre estoy abierta a que me inviten a café)
La conversación lo es todo. Siempre lo he dicho y siempre lo dire. Y para mi la interacción implica precisamente eso, interacción.
Así que, Dani, ¡este post va por ti!