Una imagen vale más que mil palabras.
Una imagen se graba en el cerebro mucho más fácilmente que cualquier frase o post.
Mirad la foto de este artículo.
Se tuiteó, según eMarketer, la friolera de 808.236 veces y se hizo favorita de usuarios 301.554 veces, convirtiéndose así en el tuit más compartido de la historia. Y es una imagen.
Las imágenes se difunden mucho más rápido que cualquier otro tipo de contenido, en parte, porque verlas no requiere ni mucho tiempo ni mucha atención, siendo perfectas para ilustrar cualquier otro contenido.
Según los datos de eMarketer, el tipo de contenido más consumido por los usuarios es la imagen, con un 36%, seguido por el artículo con un 16%, sobre todo si tenemos en cuenta que un contenido visual se consume 60 veces más rápido que un artículo escrito.
Es por ese motivo que las marcas tienen logos, imágenes fácilmente reconocibles en cualquier lugar y situación, con las que se identifican.
Una imagen es un elemento imprescindible en un post, puesto que ayuda a reforzar el concepto y la idea que pretendemos transmitir, solo tenemos que elegir una imagen adecuada. Además, hace que el artículo en cuestión sea más variado, que sea visualmente más atractivo.
Nos ayuda a llamar la atención del usuario.
Cuando escribimos un artículo, solamente tenemos cinco segundos para captar la atención del usuario antes de que decida quedarse o irse de nuestro blog, y es más fácil hacer que se quede si añadimos una imagen llamativa, que atraiga la atención del lector.
Además, una buena imagen, llamativa, favorece que ese contenido se difunda, hace que el contenido sea más viral. Es por eso que incorporar de forma efectiva la imagen en nuestra estrategia es una manera de aumentar nuestro éxito.
¿Tú la usas?