El ROI ha sido siempre y sigue siendo hoy en día uno de los principales caballos de batalla de los profesionales del marketing digital.
Para medir el ROI o el retorno de la inversión, uno de los indicadores en los que más nos solemos fijar es el click y la conversión, términos que, con mucha frecuencia,se confunden. De hecho, si utilizamos una plataforma de medidas de conversión, veremos un mundo muy diferente donde no todos los clicks son iguales.
A los usuarios les encanta el contenido gratis, así que si el tuyo lo es y, además, es atractivo, van a hacer click en él. Seguro.
El problema está en que a menudo este click se malinterpreta, entendiéndolo como una necesidad, cuando realmente se trata de un indicador de interés. Pero ya que con ejemplos todo se ve más claro, pongamos uno: imagina por un momento que tienes mucho contenido sobre fútbol, y que cada vez que lo compartes tienes un montón de clicks,en concreto, puedes ver que muchos de esos clicks vienen de blogs de fútbol y de usuarios a los que les encanta este deporte. No por esto quiere decir que los usuarios que han hecho click quieran comprar tu producto, camisetas de fútbol o botas, sino que simplemente significa que les interesa el fútbol.
En Facebook ya es bestial. Si te enfocas más en contentar a los usuarios a los que les encanta tu contenido que en tratar de llegar a más gente y convertir, solo te puedo decir una cosa: Houston, tenemos un problema. No sabes si las redes sociales te hacen conseguir más leads, descargas o suscripciones, o si estás reeducando a usuarios que jamás comprará lo que ofreces.
La clave está en seguir las conversiones.
Aunque ayuda mucho, no basta solo con usar Google Analytics para ver si nuestro contenido y actividad en redes sociales está derivando tráfico a nuestra web, hay que distinguir el tráfico de alta calidad del de baja, y la mejor forma para ello es seguir las conversiones y analizarlas.
Necesitamos saber cuántos clicks y cuántas conversiones generan cada una de las entradas que hacemos, entendiendo como conversión la realización de una acción deseada, ya sea la descarga de un documento o la suscripción a un blog, o, por supuesto, la compra de un producto.
[Tweet “Para evaluar el rendimiento del click y de la conversión es analizar el tiempo y esfuerzo empleados.”]
Piénsalo así: cuando alguien hace click en un contenido está indicando que le gusta o que le interesa, pero cuando va más allá, cuando a cambio de lo que ofreces ellos se suscriben a tu blog, están dándote algo más personal. Y esa debe ser nuestra meta en redes sociales, crear contenidos que conviertan los clicks en leads.
Si solo buscas clicks estás gastando tiempo y esfuerzo creando un escaparate en vez de crear relaciones de calidad con la comunidad.