Con mucha frecuencia hemos escuchado, y yo misma he dicho muchas veces, que el contenido es el Rey,no hay duda de la importancia de realizar una buena estrategia de contenido.
Pero, ¿realmente es el rey?
No cabe duda de que utilizamos el contenido para lograr posicionarnos como expertos en un determinado sector, para darle a nuestra audiencia un valor que nadie más pueda ofrecer, para diferenciarnos de los demás, y, por supuesto, para crear una relación con los usuarios especial, para que usen nuestro contenido y para vincularlos emocionalmente a nosotros.
Para crear engagement y convertirlos en prescriptores de nuestra marca.
Pero después de haber leído muchos artículos respecto a cómo crear un buen contenido, ver infografías de estadísticas de marcas que usan el content marketing como espina dorsal de su estrategia de marketing en cualquier canal y pensar, he llegado a la conclusión de que “Su Majestad el Contenido” no es tan soberano, porque todas las acciones de content marketing que podamos realizar, absolutamente todas, van dirigidas en última instancia a la comunidad, a la audiencia y al usuario, que es, al final, quien consume ese contenido que nosotros creamos con tanto mimo y cuidado.
Lo más importante no es el contenido, sino, crearlo adecuadamente para que el usuario lo consuma de forma adecuada, para que lo pueda asimilar y nos considere una fuente de conocimientos.
Por lo tanto, el rey no es el contenido, a lo sumo, el Conde.
El verdadero rey es el usuario al que nos dirigimos.
Es lógico, ya que el marketing de contenidos no es más que crear una serie de contenidos que están destinados al uso del usuario, que puede buscar en ellos simplemente información para formarse, información acerca de un producto determinado o simplemente ocio.
Todo va en la dirección del usuario.
El contenido tiene que ser de calidad, pero la calidad no viene determinada por nosotros mismos como creadores, aunque sea imprescindible ser críticos con el valor que añadimos, pero, al fin y al cabo, el que decide es el usuario.
Así pues, podemos concluir que aunque la calidad del contenido es imprescindible, lo es porque con él pretendemos llegar a la comunidad, por lo que el contenido de valor no es más que un instrumento, una herramienta, un medio de llegar al usuario y “pagarle” su fidelidad.
Y no es barato. El usuario sabe lo que quiere leer, sabe qué necesidades quiere satisfacer, y nosotros como profesionales, si queremos conseguir sumar a ese usuario para nuestra causa, tenemos que pagar el precio que nos pide, y eso no es más que el contenido de calidad.
Nos beneficia y es rentable producir buen contenido, porque, no solo conseguimos que ese usuario esté satisfecho, sino que además, la comunidad lo comparte, y, no lo olvidemos, es nuestra audiencia quien nos empuja hacia arriba o nos hunde en el suelo.
Se trata de eso.
Me ha encantado esto de que el contenido es a lo sumo, el conde. Me lo guardo como arma arrojadiza XDD. Está claro que el rey es el usuario (o el presidente, como prefieran 😉
¡Aplausos! Estoy de acuerdo, el contenido es el rey entre los instrumentos, pero lo que verdaderamente nos importa son los usuarios 🙂 Enhorabuena por esta entrada limpia, sencilla y esclarecedora.
Gracias a tí!!
Hola, Inma:
Indudablemente, estoy de acuerdo con lo que comentas en el post y me gustaría aportar lo que leí en wobi y dijo Cory Doctorow: “La conversación es el rey, el contenido es sólo algo de qué hablar…”
Quería adjuntar el link pero parece ser que el contenido ya no es accesible, tiene unos cuantos meses. Una lástima porque era realmente interesante… Pero me gustaría que nos quedáramos con el concepto de que el rey es la conversación que genera ese contenido.
Gracias y un saludo,
Albert Ramos
El prosumidor manda!.) guay el post.) enhorabuena…