Una de las profesiones, que más proyección de futuro tiene es la de Community Manager. Existe muchísimo material en la web acerca de qué es un Community Manager, cuáles son sus funciones, cuál es su salario, cómo se debe hacer un plan de Social Media y otros muchos aspectos,  pero, ¿qué hace a un Gestor de comunidades sea lo que es? La pregunta sería, un Community Manager ¿nace o se hace?

Tal vez la pregunta puede resultar un poco extraña, puesto que es obvio que nadie nace sabiendo, todo requiere un aprendizaje. Todas las profesiones no pueden ser ejercidas por todos nosotros, seamos sinceros, no todos valemos para lo mismo. La cuestión es preguntarse qué es más importante para un Community Manager, la formación o las aptitudes. La respuesta es bien fácil. Las dos cosas son fundamentales. Si tenemos en cuenta que un Community Manager es la voz de la marca, quien está detrás de los perfiles sociales y se encarga de gestionar la presencia online, es fundamental que este profesional tenga un perfil claramente social.

Un Community Manager debe ser alguien muy sociable, tener don de gentes, puesto que su campo de acción va a ser el Social Media. Como ya hemos dicho, tendrá que responder a su audiencia, estar atento a todo lo que tenga esta que decirle, en una palabra, tendrá que crear una relación con ella para conseguir su engagement, su compromiso. Las dotes comunicativas, por tanto, son fundamentales: para comunicar hay que escuchar primero, y el Community Manager debe tener muy claro que esto es parte fundamental de su trabajo.

En esta línea, debe ser prudente, pensar y escuchar antes de hablar, y medir muy bien las palabras, puesto que cualquier cosa puede desatar una crisis de reputación. Igualmente, el Community Manager sabe lo complicado que es crear relaciones y lo fácilmente que se rompen. Igual que un buen estofado se hace a fuego lento, una comunidad se construye poco a poco, añadiendo los ingredientes necesarios, para lo que es necesario armarse de una paciencia extrema. Es necesario que sea capaz de hacer sentir a la audiencia importante, que se sepa apreciada, fomentando la participación de todos y cada uno de los usuarios.

El día a día del Gestor de Comunidades está lleno de tareas: monitorización, actualización de perfiles, creación de contenidos en muchos casos, análisis de métricas, interaccionar con la comunidad…, y es fundamental establecer una pauta para realizar todos estas tareas de la forma más eficiente posible, para lo que es necesario que sea organizado. Por otro lado, el profesional que está al mando de nuestras redes sociales debe tener personalidad, sólo así podremos destacar por encima de todo el ruido que podemos encontrar en el ecosistema social estableciéndonos con voz propia. Debe ser cercano pero profesional, la audiencia quiere saber que la marca es humana, y que puede confiar en nosotros.

Con muchísima frecuencia, el Community Manager es el encargado de actualizar blogs creando su contenido, y, como ya he dicho en otras ocasiones, es fundamental que sepa redactar de forma adecuada y sin faltas de ortografía o palabras malsonantes, puesto que eso supone un imagen negativa de nuestra marca. El ecosistema social cambia cada día,  lo que hoy es mañana no, y si queremos pertenecer al mundo dospuntocero, debemos ser capaces de adaptarnos, de aprender y de aprehender.

Debemos estar dispuestos a modificar nuestros esquemas y a ser empáticos. Importante: si no tienes intención de cambiar a diario, mejor no entres en el mundo social. Ahora bien, es preciso tener unos conocimientos para realizar este trabajo. Yo, por ejemplo, no podría trabajar de albañil o de ingeniero nuclear, no sé usar una hormigonera ni conozco la fusión nuclear. Al igual que el albañil debe saber cómo construir una pared o un matemático debe saber ecuaciones y derivadas, un Community Manager debe conocer su trabajo. Es necesario que conozca una serie de herramientas sin las que no puede desarrollarlo. Es fundamental que conozca el funcionamiento de los Medios Sociales: canales, idiosincrasia de cada una de ellas y formas de trabajar en ellas.

Debe conocer el entorno social, blogs y analítica web. Para empezar, el perfil de Community Manager es un Licenciado de Comunicación o Marketing, aunque esto no es definitorio, aunque sí es cierto que en cuanto al aspecto comunicativo, es positivo que este profesional tenga una formación “de letras”. Los cursos de Community Manager y Social Media son otra fuente de conocimientos, pero, es un tema espinoso. Debido a que esta profesión no está definida al cien por cien, hay muchos cursos, pero, hay que tener cuidado, ya que no todos son buenos. Mi consejo, antes de pagar por un curso, pensar bien en lo que nos están ofreciendo.No obstante, existen formas de especializarse.

El profesional que quiera aprender a ser Community Manager tiene la opción de “autoformarse”: por suerte, existen en la web muchísimos blogs y recursos escritos por profesionales reconocidos  de los que se puede aprender muchísimo, y a fuerza de leer, leer y leer, se aprende, aunque hay quien afirma que el hecho de leer mucho acerca de un tema no te hace un profesional. En muchas ocasiones buscamos un curso o un Máster para obtener un título que nos acredite como tal, pero, pensemos que no   existe un título oficial de Community Manager.

Por lo general, el título lo da la institución que lo imparte, y, no siempre son lo que parecen ser. Se puede aprender muchísimo de los tweets de expertos, y de la experiencia de estos, puesto que, por lo general, suelen ser personas cercanas y que siempre están dispuestos a conversar, aunque, a andar se aprende andando. Es fundamental no quedarse anclado, seguir investigando, seguir formándonos para seguir aprendiendo. No olvidemos jamás que estamos en constante cambio. Y el cambio supone adaptación, estudio y aprendizaje.

Por lo tanto, hay que nacer con unas cualidades para poder ser Community Manager, pero, las aptitudes hay que convertirlas en actitudes, hay que cultivar esas aptitudes para desarrollarlas y convertirlas en herramientas para nuestra profesión, y, no nos engañemos, para ello necesitamos trabajo y formación. ¿Qué es más importante, la aptitud o la formación? El Community Manager es la perfecta conjunción de ambas, lo  uno no puede suplir a lo otro. ¿Qué pensáis?

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