Todos los que me conocéis un poco, sabéis lo importante que son para mí los contenidos y lo imprescindible que considero que un post sea mucho más que un post, que no sólo sean un conjunto de palabras vacías y vanas, sino que, de él se puede desprender, al menos, una idea fundamental con la que pueda quedarse el lector del artículo.

También sabréis que escribo para muy distintas publicaciones, no sólo mi blog, por lo que me veo obligada a escribir varios artículos diarios para cumplir con el compromiso adquirido con cada una de esas publicaciones diversas, lo que me requiere bastante tiempo de trabajo, aunque, la práctica me ha ayudado a descubrir algunos trucos que me ayudan a que escribir un post no me requiera tanto tiempo.

Esto no quiere decir que un post escrito en poco tiempo sea sinónimo de mala calidad o dejadez, al contrario, puesto que ya que soy Content Manager y Blogger Profesional y mi reputación va unida indisolublemente a la calidad de los artículos que escribo, no puedo permitir que la calidad de la producción se vea, siquiera, mermada en un 1%.

Así, aunque a veces la inspiración no llegue y escribir un artículo nos tome más tiempo del que nos gustaría porque las palabras, simplemente, no salgan, hay, como digo, algunas cosillas que podemos hacer para mejorar nuestra productividad.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que para producir a mayor velocidad, la organización es fundamental. Aunque como Content Managers siempre vamos a tener un plazo límite de entrega fijado por la marca con la que trabajemos, siempre es bueno, si escribimos más libremente, fijarnos uno nosotros mismos, ya que de esta forma podremos desarrollar nuestro trabajo más eficientemente, así como pensar que cada post es una historia distinta, por lo que necesitamos dejar perfectamente redonda esa historia, puliéndola una vez la hayamos escrito.

En la misma línea de lo anterior, es útil crear un calendario editorial en el que publiquemos qué contenidos tienen que lanzarse en qué medios y qué días. Es decir, es positivo tener siempre a mano un calendario en el que tengamos muy claro qué contenidos salen publicados dónde, no sólo las fechas de entrega.

Como digo, hay veces que la inspiración no llega, por lo que es una buena idea tener en la recámara una lista con los posibles temas a tratar y con qué enfoques, así podemos tirar de ella y tener una idea, al menos, de lo que desarrollar en nuestro post.

Una vez hemos decidido el tema a tratar, debemos decidir cuál va a ser la idea fundamental a desarrollar, la espina dorsal del artículo, la conclusión a la que queremos conducir al lector, y, en base a ella, crear la argumentación necesaria para ello. Siempre será más fácil saber a dónde queremos llegar y construir el camino que empezar a construir el camino sin saber a dónde vamos a llegar.

Para la productividad en general, no sólo para crear contenidos, es fundamental mantener la concentración y no perderla, por lo que debemos eliminar todo aquello que, de una u otra forma, pueda hacer que nos descentremos, ya que eso supone perder el hilo de una posible argumentación, lo que puede desembocar en un post mal escrito.

Aunque las faltas de ortografía son lacras y debemos estar alertas para no cometerlas, los “typos”, es decir, los errores cometidos en la escritura de palabras tampoco deben estar presentes en un post, pero no debemos pensar en ellos mientras estamos creando el post, puesto que al final, con una lectura general del mismo, veremos dónde están y las podremos corregir. Si a la vez que vamos escribiendo vamos poniendo toda nuestra atención en este aspecto, será más complicado que las ideas fluyan y el post vaya tomando su forma. Siempre hay tiempo para modificarlo o corregirlo antes de publicarlo.

¿Se te ocurren otras ideas o sugerencias?

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