Para muchos de vosotros, el título de este post será un poco chocante, e incluso será difícil comprender el porqué de esta comparación tan extraña a primera vista.
¿Cómo se pueden poner en una misma oración dos conceptos tan lejanos en el tiempo y tan distintos al mismo tiempo?
Bueno, todo depende de la visión de cada uno. Y de la imaginación.
Pensemos por un momento en un momento histórico en el que la cultura, la formación y la sabiduría eran un valor diferencial para los hombres y mujeres de la época: el Renacimiento. El hombre que era versado y letrado en muchas materias distintas tenía poder y conseguía los trabajos, era muy respetado. Nos estamos refiriendo ni más ni menos que al Humanista, crisol de la cultura y la sabiduría de la época.
Seguramente, cuando pensamos en el hombre Renacentista se nos viene a la cabeza el hombre estudiado, amante de las Artes y la Cultura, el hombre que sabía de muchas materias y que, por supuesto, era capaz de aplicar la teoría aprendida a la práctica. Como Leonardo Da Vinci, inventor, escritor y pintor, filósofo de curiosidad infinita, arquitecto, urbanista…
Salvando las diferencias, hoy en día tenemos también nuestro hombre renacentista dospuntocero, el Humanista dospuntocero, aunque también incluímos en este perfil a la mujer, algo que no era posible en el Renacimiento, y nos referimos al Community Manager.
El Gestor de Comunidades, como sabemos, es un profesional multitarea, en la gran mayoría de ocasiones por necesidad, para encontrar trabajo, por ejemplo, ya que por circunstancias económicas y para satisfacer las necesidades del tejido empresarial de este país, es fundamental que el Community Manager sea capaz de desarrollar múltiples y muy dispares tareas, tareas, por otro lado, para las que se requiere formación y preparación, desde SEO hasta la realización de Planes Estratégicos, aunque no sea su tarea natural.
La curiosidad y el gusto por aprender es algo que caracterizaba al hombre renacentista, el afán de superación personal y la necesidad de aprender es algo que caracteriza al profesional de las redes sociales.
La capacidad de reinventarse y de ser creativo es algo que une también a estas dos figuras a lo largo de los tiempos: el hombre renacentista, porque era la aplicación práctica de sus conocimientos, y el Community Manager porque necesita estar contínuamente desarrollando nuevas ideas con las que enganchar a su comunidad y para crear contenidos.
Repito, salvando las diferencias, el hombre renacentista y el Community Manager tienen más puntos en común de lo que en un principio podríamos pensar.
¿Qué opinas tú?
Totalmente de acuerdo. Ya dijo Marshall Macluhan, el famoso filósofo de la comunicación, que en la sociedad de la información las Humanidades tendrían una importancia clave.
Como dijo Unamuno, “el progreso consiste en renovarse”. Antes era el humanista y ahora le toca el turno al Community Manager. Un saludo Inma