Con mucha frecuencia llegan a nuestras pantallas muchos artículos en los que nos dicen cómo escribir un post en un blog y cómo optimizarlo, por ejemplo, para conseguir un mejor posicionamiento en los buscadores.
Son muchos los consejos que se nos dan a los usuarios acerca de cómo encontrar inspiración, de cómo redactar un post, su longitud y un sinfín de aspectos más que afectan directamente a la estrategia de marketing de contenidos.
Precisamente porque ya se ha escrito mucho acerca de este tema, no seré yo la que añada más letras al respecto, y es la intención abordar cómo crear una estrategia de este tipo ni la frecuencia de posteo o longitud de los posts de nuestro blog.
No obstante hay un precepto que suele pasarse por algo a la hora de escribir un artículo.
Y es que el único secreto que existe para escribir un buen post es tener algo que decir y decirlo, comunicarlo.
No hay nada más
Con más frecuencia de la que deberíamos, nos centramos en la forma, en cómo redactar, en qué temas tratar, qué voz adoptar, pero no nos preocupamos de la esencia fundamental de un blog y de un post, el mensaje.
Sin mensaje da igual lo que hagamos, cómo lo hagamos o dónde lo hagamos. No podemos hablar sin tener nada que decir, puesto que si intentamos improvisar un post sin realmente tener claro lo que queremos comunicar a nuestra audiencia pueden pasar varias cosas,
como por ejemplo, que nuestro artículo carezca de todo interés y relevancia, o que no esté estructurado de forma adecuada, lo que dificultará la lectura y comprensión.
Si tenemos algo que decir, seremos capaces de exponerlo de forma clara y comprensible, mientras que si no tenemos un mensaje bien definido no aportaremos esa imagen de conocedores expertos en la materia, y no podremos explicarlo.
No hay que centrarse en la competencia, en los profesionales que conocemos, ni hay que tener en mente que queremos competir y, por lo tanto, para lograr obtener un puesto importante y relevante de cara a nuestra audiencia, crear, crear y crear, sin darle importancia a nada más. Lo importante, como en Social Media, es la conversación, y esa conversación viene generada por el mensaje que tengamos para transmitir.
Será ese mensaje lo que nos permita establecer relaciones que puedan abrirnos puertas a otros proyectos, relaciones con nuestra audiencia que permitan vincularla a nosotros, y sí, claro, conseguir esa posición relevante que, admitámoslo, buscamos todos los profesionales que nos dedicamos al Social Media con objeto de prosperar.
Por tanto, cabe decir que el contenido es mucho más importante que el continente (aunque si el continente es bonito, mejor). Un mensaje consistente es la entrada a una imagen consistente de marca.
Hola, Inma
Nada más cierto que tu post de hoy. Hay un dicho que va “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda” y aplica para todo aquello que escribimos con mucha forma pero sin contenido que aporte valor, que resuelva problemas o que, simplemente, haga la vida de alguien mejor.
Gracias por tu post de hoy. Lo comparto 😀
Muchísimas gracias por tu comentario, Joel, y muchas gracias por darme un poquito de tu tiempo!
A tu disposición siempre!